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Torre Benjamín Vicuña Mackenna: un tesoro del Palacio de la Real Audiencia


La Torre del edificio de la Real Audiencia forma parte del inmueble original que se erigió entre 1804 y 1808, aunque fue levantada y ampliada a lo largo del siglo XIX y se le agregó un reloj para mostrar la hora a sus transeúntes.

Hoy ofrece una vista única de la Plaza de Armas. En 2013 se restauró para habilitar los siete pisos que permiten el acceso a su balcón y el aparato que da la hora. Se abrió al público el 12 de febrero de 2014.

El reloj de cuatro esferas: historia, funcionamiento y reparaciones

A mediados del siglo XIX la Torre fue remozada y ampliada. La última intervención agregó un piso y contempló la instalación de un reloj importado desde Inglaterra.

La máquina consta de un sistema mecánico de cuatro caras coordinadas por engranajes que se mueven sincronizadamente gracias a una cuerda accionada por una manivela. Además, cuenta con unos carrillones de campanas que suenan cada 15 minutos.

El sonido fue desactivado por orden de la junta vecinal a solicitud del Presidente Jorge Alessandri (1958- 1964), que vivía en la cercana calle Phillips y no podía dormir por el ruido. El abandono del edificio en 1978 afectó la mantención y funcionamiento de este aparato.

Con el traslado del Museo Histórico Nacional a la antigua sede de la Real Audiencia en 1982, se realizaron múltiples esfuerzos para hacerlo funcionar. Incluso durante 1996 y 2010 se contrataron expertos extranjeros.

Todos los intentos fueron infructuosos, hasta que el relojero chileno José Robles lo reparó en 2005. El experto fue contactado por su labor en el arreglo del reloj de la Intendencia de Santiago, ubicado en la esquina de Morandé y Moneda. Robles tardó dos semanas en activar el mecanismo. Lo que hizo fue reemplazar los dientes del engranaje conectado a la manivela por un material de alta resistencia, llamado acero plata, y creó un sistema para su lubricación constante. Desde entonces lo mantiene cada semana y le da cuerda para que no se detenga. El terremoto del 27 de febrero de 2010 desarmó el sistema de engranajes y nuevamente fue requerida su asesoría.

El 2013, la restauración y habilitación de la Torre requirió desarmar el reloj para mejorar sus soportes y funcionamiento.

Hoy está operativo, entrega la hora a los transeúntes de la Plaza de Armas y es un imperdible del Día del Patrimonio, que este 2018 se celebra el 26 y 27 de mayo.

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